¿Cómo se realiza el análisis de aceite de transformadores?

El análisis de aceite de transformadores es un proceso clave para evaluar el estado y rendimiento del equipo. Comienza con la toma de una muestra representativa del aceite, siguiendo procedimientos que evitan la contaminación externa. Esta muestra se somete a diversas pruebas en laboratorio.
Una de las pruebas más importantes es el Análisis de Gases Disueltos (DGA), que detecta gases generados por la degradación del aceite y materiales aislantes, indicando posibles fallas internas como sobrecalentamiento o descargas eléctricas. También se realizan pruebas de rigidez dieléctrica para medir la capacidad aislante del aceite y determinar si puede soportar voltajes operativos sin fallar.
Otras pruebas incluyen la medición del contenido de humedad, ya que el agua disminuye las propiedades aislantes y puede causar corrosión. Se analiza el índice de acidez para evaluar la oxidación del aceite, y la presencia de partículas y sedimentos que pueden afectar la circulación y transferencia de calor.
Los resultados del análisis permiten planificar acciones de mantenimiento como filtración, deshidratación o regeneración del aceite. Este enfoque proactivo ayuda a prolongar la vida útil del transformador, reducir riesgos de fallas inesperadas y optimizar el rendimiento del sistema eléctrico.