Jacob Miller

Los transformadores pueden clasificarse principalmente en dos tipos según el medio de aislamiento y enfriamiento que utilizan: transformadores en aceite y transformadores secos. Cada tipo presenta características y ventajas específicas que los hacen adecuados para diferentes aplicaciones.

Transformadores en Aceite:

Aislamiento y Enfriamiento: Utilizan aceite dieléctrico para aislar las bobinas y disipar el calor generado durante su operación.
Capacidad de Carga: Generalmente, tienen una mayor capacidad de carga y son más adecuados para aplicaciones de alta potencia.
Mantenimiento: Requieren un mantenimiento regular del aceite, incluyendo filtración, deshidratación y análisis para detectar contaminantes.
Costo: Suele ser más económico en comparación con los transformadores secos, especialmente para aplicaciones de alta capacidad.
Tamaño: Pueden ser más compactos debido a la eficiente disipación de calor proporcionada por el aceite.
Transformadores Secos:

Aislamiento y Enfriamiento: Utilizan aire o materiales sólidos como resinas epoxi para aislar y enfriar. No contienen líquidos, lo que elimina el riesgo de fugas.
Seguridad: Son más seguros en términos de riesgo de incendios, ya que no contienen líquidos inflamables.
Instalación: Más fáciles de instalar en interiores y en entornos sensibles, como edificios comerciales y residenciales.
Mantenimiento: Requieren menos mantenimiento ya que no dependen de fluidos refrigerantes que necesiten monitoreo.
Costo: Generalmente, tienen un costo inicial más alto y pueden ser más voluminosos, lo que los hace menos adecuados para aplicaciones de alta potencia.
Vida Útil: Suelen tener una vida útil comparable, pero dependen más del entorno y del manejo mecánico.

Transformadores en Aceite: Ideales para aplicaciones de alta potencia y donde el espacio es una limitación. Requieren mantenimiento regular del aceite.
Transformadores Secos: Adecuados para entornos donde la seguridad y la facilidad de instalación son prioritarias. Requieren menos mantenimiento.
La elección entre uno u otro tipo depende de factores como la aplicación específica, las condiciones ambientales, los requisitos de mantenimiento y el presupuesto disponible.

El análisis de aceites de transformadores se lleva a cabo siguiendo estos pasos:

Toma de muestras: El muestreo adecuado es crucial. Se utiliza un contenedor limpio y seco para recoger una muestra representativa del aceite del transformador. La muestra debe tomarse de un punto que asegure que sea lo más representativa posible del estado del aceite dentro del transformador.

Pruebas de laboratorio:

Análisis de Gases Disueltos (DGA): Mediante cromatografía de gases, se miden los gases presentes en el aceite, lo que permite identificar fallas internas.
Prueba de rigidez dieléctrica: Determina la capacidad del aceite para soportar tensiones eléctricas.
Medición de humedad: El contenido de agua en el aceite es medido para asegurar que no afecte las propiedades dieléctricas.
Índice de acidez: Esta prueba evalúa el nivel de oxidación del aceite, que puede afectar la integridad del aislamiento del transformador.
Interpretación de resultados: Se comparan los valores obtenidos con los estándares de la industria. Dependiendo de los resultados, se pueden recomendar acciones como la filtración, regeneración o sustitución del aceite, o bien, reparaciones en el transformador si se detectan fallas internas.

Un medidor de humedad para aceite lubricante se utiliza para determinar la cantidad de agua presente en los aceites lubricantes. La presencia de agua en estos aceites puede reducir su capacidad lubricante, aumentar la fricción, causar corrosión en superficies metálicas y provocar fallas prematuras en componentes mecánicos. Al medir el contenido de humedad, el medidor ayuda a:

Garantizar la eficiencia del lubricante: Manteniendo sus propiedades óptimas.
Prolongar la vida útil de la maquinaria: Evitando desgaste y daños por corrosión.
Optimizar el mantenimiento: Permitiendo intervenciones basadas en condiciones reales.
Reducir costos operativos: Evitando paradas no programadas y reparaciones costosas.