Los aceites PCB (bifenilos policlorados) eran utilizados en transformadores y otros equipos eléctricos debido a sus propiedades dieléctricas y de estabilidad química. Sin embargo, con el tiempo se descubrió que los PCB son altamente tóxicos y peligrosos tanto para la salud humana como para el medio ambiente. Estos compuestos son persistentes y no se descomponen fácilmente, lo que significa que pueden acumularse en los ecosistemas y entrar en la cadena alimentaria.
El principal peligro de los PCB es su capacidad para causar efectos adversos en la salud, como trastornos del sistema inmunológico, problemas reproductivos, daño al hígado y, en algunos casos, cáncer. Además, los PCB se propagan fácilmente en el aire, el agua y el suelo, contaminando grandes áreas.
A raíz de su toxicidad, muchos países han prohibido el uso de aceites PCB y han implementado programas para eliminar estos compuestos de los equipos eléctricos antiguos. En la actualidad, se recomienda reemplazar los aceites que contienen PCB por aceites dieléctricos más seguros y ambientalmente responsables, y gestionar los residuos peligrosos de manera adecuada.
