Telmo Jove

La medición de voltaje de ruptura dieléctrica en aceite sigue estos pasos:

Preparación de la muestra: Se extrae una muestra de aceite representativa del transformador.
Colocación de la muestra en la célula de prueba: El aceite se introduce entre dos electrodos ajustables en una célula de prueba específica para medir la ruptura dieléctrica.
Aplicación de voltaje creciente: El voltaje se aplica de manera progresiva hasta que se produce una descarga o ruptura a través del aceite.
Registro del voltaje de ruptura: El voltaje en el que ocurre la ruptura se mide y se compara con los estándares para evaluar la calidad del aceite.
Este proceso garantiza que el aceite aún tiene la capacidad de aislar adecuadamente los componentes del transformador y protegerlo de fallas eléctricas.

Una planta móvil de regeneración de aceite de transformador permite restaurar las propiedades del aceite directamente en el sitio, sin necesidad de transportar el transformador o interrumpir su operación.

Operación:

Instalación y conexión:

La planta se desplaza al lugar donde está el transformador.
Se conectan mangueras para extraer y retornar el aceite en un circuito cerrado.
Proceso de regeneración en línea:

Extracción del aceite: El aceite caliente del transformador es extraído continuamente.
Filtración y purificación: Se eliminan partículas, humedad y gases disueltos mediante procesos de filtración, deshidratación y desgasificación al vacío.
Adsorción y neutralización: Se utilizan adsorbentes para eliminar ácidos y productos de oxidación.
Retorno del aceite: El aceite purificado y regenerado se devuelve al transformador.
Control y monitoreo:

Sensores y sistemas automatizados controlan la temperatura, flujo y calidad del aceite.
Operadores supervisan el proceso a través de interfaces amigables.
Finalización:

Una vez alcanzados los parámetros deseados, se desconecta la planta.
Se realizan pruebas para asegurar que el aceite cumple con los estándares.
Ventajas:

Eficiencia operativa: No es necesario apagar el transformador, evitando interrupciones en el servicio.
Ahorro de tiempo y costos: Elimina la necesidad de transporte y reduce tiempos de inactividad.
Flexibilidad: Puede atender múltiples sitios y diferentes tipos de transformadores.
Protección ambiental: Minimiza riesgos asociados con derrames y manipulación de aceite.

Un analizador de humedad, gases y sólidos en aceite de transformador evalúa varios factores críticos que afectan la eficiencia y seguridad del transformador. Este dispositivo evalúa:

Humedad disuelta: Mide el contenido de agua en el aceite, que reduce las propiedades aislantes y acelera la degradación del aceite y el aislamiento sólido.
Gases disueltos: Detecta gases como hidrógeno, metano, etileno, y acetileno, que son indicadores de fallas internas como sobrecalentamiento, descargas parciales o arcos eléctricos.
Sólidos en suspensión: Mide la cantidad de partículas sólidas que pueden provenir del desgaste de los componentes o la oxidación del aceite. Estas partículas pueden obstruir los sistemas de refrigeración o afectar el rendimiento eléctrico del transformador.
Este análisis ayuda a detectar problemas tempranos, mejorando el mantenimiento predictivo y prolongando la vida útil del transformador.

El precio del aceite para transformador está directamente relacionado con su calidad, ya que aceites más económicos suelen tener un proceso de refinamiento básico, mientras que los aceites de mayor precio pasan por procesos más rigurosos de purificación y cumplen con estándares internacionales estrictos. Los aceites de alta calidad ofrecen mejores propiedades dieléctricas y de enfriamiento, lo que garantiza un aislamiento eléctrico más eficiente y una disipación de calor adecuada. Además, los aceites de mayor precio suelen tener una mayor estabilidad frente a la oxidación y una menor tendencia a formar ácidos y sedimentos con el tiempo, prolongando la vida útil del transformador. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio entre costo y desempeño, ya que un aceite de baja calidad puede requerir un mantenimiento más frecuente o incluso provocar fallas en el equipo a largo plazo. Invertir en un aceite de calidad puede reducir costos de operación y mantenimiento a largo plazo, evitando problemas que resulten en reparaciones costosas o la necesidad de reemplazar el transformador.